La solidez de una empresa depende directamente de su estructura económica y financiera. Mantenerla firme requiere conocimiento y visión financiera para interpretar los resultados más allá de las cifras principales. Lo más interesante no suele estar a simple vista pero es lo que proporciona la información más valiosa para la toma de decisiones.
Analizar con más detalle los datos es fundamental porque un resultado económico positivo puede estar encubriendo riesgos potenciales a medio y largo plazo. La falta de previsión es un hándicap para muchos empresarios y acaba generando actuaciones precipitadas, sobreendeudamiento, aumento de costes y desequilibrio entre recursos y necesidades. Empresarios que desconocen la estructura económica y financiera de la empresa.
En Circulantis, tenemos la visión de una empresa financiera que defiende el compromiso de democratizar las finanzas para ofrecer más oportunidades a autónomos y pymes. Si sabes interpretar tu información financiera sabrás lo que necesitas y con nosotros tienes una solución innovadora para optimizar tus activos y proteger la liquidez sin elevar la deuda.
¿Qué debes saber de las finanzas de tu empresa?
El concepto de visión financiera se manifiesta en el deseo de mejorar la rentabilidad y la solvencia siendo consciente de las dificultades y riesgos. Esta tarea será más factible con el conocimiento y dominio de las distintas herramientas financieras y su aplicación práctica.
El estado de las finanzas permite dar respuesta a estas preguntas: qué recursos hay disponibles, cómo se distribuyen y con qué se financian. Las respuestas determinan si la gestión es eficiente o se podría mejorar.
Hay algunos puntos clave a los que prestar especial atención:
- Preservar la liquidez, sobre todo ante el riesgo que supone el retraso en el cobro de las facturas.
- Optimizar los recursos, reduciendo las operaciones menos rentables y controlando el gasto. Hay que cuidar el capital humano y técnico.
- Evitar un endeudamiento excesivo. Conviene planificar buscando la mejor combinación entre inversión, financiación y riesgo.
- Aprovechar las oportunidades. Innovar es decisivo y también se pueden plantear nuevas inversiones financieras en mercados alternativos.
8 medidas para mejorar la gestión financiera
Estas son las herramientas y estrategias básicas para manejar con eficacia el capital de tu empresa y mejorar tu visión financiera.
- Elabora un presupuesto general. Debe ser realista en la previsión de ingresos y gastos para establecer el ajuste correcto entre ambos. Su ventaja radica en poder detectar posibles desviaciones, saber qué está fallando y actuar sobre ello.
- Controla la tesorería. El presupuesto de tesorería es imprescindible. En él se anotan las fechas concretas que supongan entradas y salidas reales de efectivo para calcular el saldo de la cuenta corriente en cada momento futuro. Es vital para anticipar y corregir algún momento crítico.
- Prioriza los objetivos. Cada cosa a su debido tiempo. Lo primero es garantizar la estabilidad y la solvencia, con eso asegurado se pueden proyectar metas más ambiciosas.
- Analiza la necesidad de fondos. Para mantener el equilibrio pueden hacer falta recursos externos. Hay que prever qué se necesita, cuándo y cómo conseguirlo de un modo rápido y eficaz, sin contratar servicios innecesarios.
- Diversifica las fuentes de financiación. Ahora hay buenas alternativas a la banca. El crowdlending ofrece una metodología online de préstamos colectivos que cubre varias necesidades. En Circulantis somos expertos en crowdfactoring para el anticipo de facturas.
- Aprovecha la información contable. Con el resultado del balance se pueden obtener ratios de liquidez, solvencia, rentabilidad, endeudamiento o fondo de maniobra. Son referencias muy útiles para detectar problemas.
- Revisa y agiliza los activos corrientes. Son aquellos que deben aportar los recursos para el día a día (efectivo, cuentas a cobrar de clientes, inversiones con vencimiento a corto plazo, etc.) Cuanto antes se puedan utilizar mejor.
- Prepárate para los imprevistos. Las emergencias pueden aparecer en cualquier instante y no deben tumbar una buena gestión. Hay que tener alguna reserva de capital, controlar los elementos de riesgos y actuar con prudencia para prevenir una posible adversidad.
Lo más importante es cuidar la tesorería. Hay muchos pagos corrientes que atender y si no hay fondos para ello se va minando la confianza de los proveedores, clientes, trabajadores e instituciones. El futuro así sería muy preocupante.