Aunque no siempre tienen el reconocimiento que se merecen son las pymes y los trabajadores autónomos los pilares de nuestra economía y, desde luego, no tienen un camino fácil. Cada jornada afrontan una dura competencia, compromisos en sus relaciones comerciales y exigentes obligaciones administrativas; un cóctel que casi no les deja ni respirar. Al tiempo, saben que vivimos en una época de cambio acelerado.
Todos los días reciben información sobre la importancia de la transformación digital, la innovación, los desafíos de nuevos productos y servicios o la necesidad de ser más eficientes y competitivos. Son elementos que forman parte de un nuevo paradigma de concepción empresarial y es normal que generen preocupación en las empresas, y también dudas sobre cómo abordarlos.
Hay una pregunta clave: ¿están las pymes preparadas para adaptarse a los cambios? Es difícil resignarse a dejar los hábitos de siempre y los cambios siempre generan reacciones. Los gerentes temen perder las referencias o que sus conocimientos dejen de ser válidos para gestionar la compañía, y algunos empleados pueden dudar de sus habilidades ante nuevos procedimientos -muchos de ellos tecnológicos- y que esto pueda perjudicar su estatus en el trabajo. Por eso, las transiciones de un estado a otro pueden ser muy delicadas.
¿Cómo afrontar el cambio?
Uno de los problemas que detectan muchos expertos en pymes es el presentismo, es decir, la tendencia a pensar que las circunstancias actuales se van a mantener en el futuro. Este argumento nunca había sido tan cuestionable como ahora. La realidad anticipa importantes evoluciones en mercados y productos que pueden afectar seriamente a muchas empresas. Y las nuevas pautas de consumo también derriban muchas creencias sobre el comportamiento de los consumidores y la forma de captar su atención.
Por fortuna, también se abren paso nuevas ideas colaborativas que permiten a las empresas más pequeñas unirse para desarrollar proyectos conjuntos y afrontar retos que por sí solas no podrían. Pero, tanto para competir como para colaborar, será imprescindible adaptar el modelo de negocio y asumir la transformación cultural y operativa necesaria para lograr el éxito deseado.
Hay tres aspectos esenciales:
- Un cambio de actitud. El primer error es pensar que con algunos ajustes será suficiente. Estamos ante una gran oportunidad para poder mejorar y asentar las bases para un futuro más próspero, y así es como debe afrontarse.
- La colaboración de toda la organización. Definir claramente qué queremos hacer y de qué manera es vital. Tener un objetivo es clave para generar una mayor integración e implantar con éxito las nuevas medidas.
- Superar las resistencias. La rigidez de muchas organizaciones en sus hábitos y forma de pensar es un inconveniente. La zona de confort da seguridad pero es muy limitante y hay que superarla con determinación, defendiendo el valor de cada modificación y apoyando a las personas que más lo necesiten.
El cambio en la gestión financiera
Todas las metas y planes de mejora que se marque una pyme están irremediablemente vinculados a la gestión financiera. Sin recursos no se puede hacer nada y es ese el primer obstáculo que hay vencer. Realmente, obtener medios de financiación adecuados y estables ya representa uno de los hándicaps más serios para las pymes en España.
Por eso, en la gestión de las finanzas es donde hay que poner más voluntad de cambio, con un pensamiento abierto a conocer y valorar otras posibilidades y vías de financiación que ya están presentes en el mercado. En Circulantis despejamos un camino rápido y sencillo para obtener liquidez inmediata sin recurrir al endeudamiento y reducir así la dependencia de los medios tradicionales.
Sabemos que una buena solución en la estrategia financiera está en mejorar los activos y no demorar demasiado los ingresos. En estos tiempos, una pyme debe ser ágil y flexible, y las facturas pendientes de cobro perjudican la capacidad de reacción y debilitan los recursos. Buscar la manera de anticipar las facturas de forma eficaz, rápida y a un coste óptimo es avanzar en una buena dirección. Y ofrecer ese camino es nuestro compromiso.
Como pioneros del crowdfactoring en España proponemos una plataforma de intermediación para el descuento de pagarés, de forma sencilla y especializada, para que todas las pymes y autónomos puedan beneficiarse de ella. Con libertad de elección y fijación de precios, sin asumir cargas adicionales.
Es el momento de tomar el mando en las operaciones financieras para empezar a cambiar y evolucionar. Es el primer paso para conseguir más flexibilidad y fortalezas.