Cualidades de un buen inversor

A veces, es importante volver al origen y afianzar los elementos básicos que fortalecen a un buen inversor. Más aún en esta época tan cambiante y de tanto ruido. Hay rasgos que no se deben perder:

  • Aprender
  • Definir una estrategia propia
  • Implicarse
  • Ser prudente para que nadie os engañe
  • Estar atento a nuevas oportunidades

Son cualidades atemporales y siempre útiles.

Desde aquí nos interesa resaltar el valor de los siguientes pilares para ayudaros a construir una personalidad de buen inversor:

Conocimiento

Es el valor más importante y seguro. En la sociedad española, en general, se detecta un déficit formativo muy alto en materia financiera. No se trata de conocer todos los productos, pero sí de tener una idea clara de su complejidad o riesgos.

No descuidéis integrar conceptos claves como el tipo de interés real (lo que realmente se gana), la liquidez (cuándo y cómo se recupera el dinero) o la diversificación que permite actuar a distintos niveles para aumentar los beneficios y compensar posibles riesgos.

Confianza

La sensación de un excesivo riesgo o el recelo hacia las instituciones financieras son obstáculos limitantes para muchos ahorradores, por eso prefieren mantener el dinero en el banco, aún sin ganar nada.

Un buen inversor es constante, cree en lo que hace, se protege y busca alternativas para que su dinero siempre le aporte algo. Es tan importante la confianza en el mercado como en uno mismo.

Compromiso

Es un rasgo imprescindible para adquirir experiencia y entender los distintos mercados. Aprender a invertir requiere implicación y paciencia, y es una virtud esencial para que no os desaniméis ante los posibles errores y se aprovechen para sacar conclusiones positivas de ellos.

El compromiso es también importante porque sin dedicación y continuidad ninguna estrategia puede funcionar y los rendimientos se quedan a medias.

Responsabilidad

Es uno de los valores en los que más creemos en Circulantis. Recuperar el valor de la inversión para lo que realmente está llamada, ser el motor de la economía real y productiva.

Por eso, entendemos que es imprescindible ofreceros otra perspectiva más transparente, con productos claros y más implicada en la labor social y empresarial, apoyando directamente las necesidades de pymes y autónomos.

El reto para nosotros está en desarrollar una metodología más colaborativa, favorecida por la tecnología online, como es el crowdlending. Una apuesta por la inversión colectiva, en forma de subasta, para participar en los proyectos que publican las pymes cuando necesitan liquidez.

Es un modelo muy accesible para cualquiera, con libertad para participar cuando se desee, con rentabilidades muy interesantes a corto plazo, riesgos controlados y muchas opciones para diversificar sin tener que renunciar a nada.

Descubrir nuevas oportunidades es la marca más identificativa de un buen inversor.

Perfiles de inversor

¿Cómo tener un perfil inversor dinámico?

La preferencia por los productos financieros tradicionales y el poco gusto por el riesgo son los rasgos más característicos de la mayoría de los inversores en España. Son muchos los que mantienen una importante cantidad de dinero en depósitos bancarios o cuentas corrientes, productos de poca rentabilidad pero que ofrecen una gran seguridad, algo que resulta, al final, el valor más decisivo en la toma de decisiones.

Sin embargo, y sin renunciar a la prudencia siempre necesaria en el mundo financiero, se puede acceder a productos más interesantes sólo con un poco más de información y análisis.

Con algún capital disponible no hay razón para renunciar a obtener más rentabilidad sin tener que asumir por ello posiciones de riesgo.

Actualmente, hay más posibilidades y nuevos productos porque el mercado se va perfeccionando y ganando en transparencia y accesibilidad para todos. Es el momento de ver las cosas de otra manera y apostar por dar mayor valor a los ahorros.

Los puntos claves para tener perfil inversor dinámico

El objetivo principal es pasar de una posición conservadora y estática a un perfil moderado pero activo.

Esto implica buscar fuentes de información útiles y tener más interés por conocer las oportunidades y novedades en el mercado.

Las recomendaciones que hacemos en relación a las inversiones son:

  • Asumir riesgos controlados. El conocimiento y la experiencia son elementos fundamentales. No hace falta convertirse en un experto pero sí es necesario estar más informado. Empezar con poco dinero e ir avanzado en aquellos productos que nos den más confianza.
  • Acceder al mundo digital. Es un paso obligatorio. Gracias a la creciente digitalización de las finanzas ya se puede operar de forma autónoma a través de internet y ser testigo directo y dinámico de la gestión de nuestro dinero.
  • Es esencial repartir el dinero entre varias opciones, combinando diferentes grados de rentabilidad y riesgo. Así, no tenemos que renunciar a los valores con rendimientos más altos porque hay margen para compensar la contingencia de alguna pérdida.
  • No fiarse de las grandes promesas y titulares. El mejor consejo es buscar valores sencillos, fáciles de interpretar (qué representan y qué riesgos tienen), que no tengan condicionantes y que presenten una total transparencia.

La innovación en esta era tan digitalizada es un valor decisivo en todos los campos. El sector  financiero también avanza en esa línea y ofrece novedades interesantes  gracias a la tecnología y su adaptación al entorno online.

Errores más comunes de un inversor

  • El exceso de confianza es lo más destacado. Los inversores se fían en exceso de los productos que más les convencen y esto limita su capacidad para predecir y valorar los riesgos que tienen. Además, se descuida el valor de diversificar, un consejo clave para tener una cartera más variada y menos expuesta a pérdidas globales.
  • La predisposición a evitar remordimientos. Es un efecto que explica las posiciones más conservadoras. No hacer cambios es un modo de no tener que arrepentirse y eso perpetúa un inmovilismo que suele aportar poco valor. Las dudas y recelos pueden más que la oportunidad de mejorar.
  • Reafirmación. Un rol habitual entre los inversores más arriesgados. Se aferran a las informaciones positivas que refuerzan sus preferencias e ideas previas. Cuando el mercado las contradice se trata de mala suerte u otros condicionantes externos. Tener una mentalidad más abierta y crítica es más productiva y brinda conocimiento y experiencia.
  • Apostar por lo conocido. La afinidad es otro componente claro entre los ahorradores más prudentes. Confiar solo en los productos más familiares renunciando al resto de posibilidades. Otra consecuencia es el anclaje, si antes algo funcionaba se mantiene la seguridad de que volverá a ser así.

También influyen otros elementos sociales o culturales. Uno de los patrones más interesante es cómo cambia la actitud según de donde provenga el dinero. Un capital que se ha logrado de manera inesperada y sin esfuerzo (como en los juegos de azar) es más probable invertirlo de forma más arriesgada porque la sensación de pérdida es menor.

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