La economía circular y la financiación colectiva

La economía circular es una referencia clave para avanzar hacia un modelo económico más sostenible. El crecimiento basado en obtener, hacer y rechazar no se puede mantener a largo plazo y la Unión Europea está impulsando medidas para “cerrar los círculos” de producción empleando materiales y energías renovables.

La estrategia se basa en concienciar a empresas y consumidores para completar los ciclos productivos y de consumo, aplicando al máximo los criterios de reciclaje y reutilización de los productos; y así ganar valor añadido, fomentar el ahorro energético y la protección del medio ambiente.

Si este principio de sostenibilidad y ahorro es esencial a la hora de trabajar con materias primas y productos terminados, en Circulantis también lo entendemos así para adaptarlo al sistema financiero. Por eso, colaboramos en el modelo de financiación colectiva que promueve el crowdlending -préstamos colectivos con múltiples inversores- para financiar directamente las necesidades reales de autónomos y pymes.

De este modo, ayudamos a construir un medio circular de flujo de efectivo destinado a la economía real y que produce un retorno de mayor beneficio social para la comunidad.

Características de la economía circular

La economía circular es una alternativa perfecta para los negocios más concienciados con las buenas prácticas y la responsabilidad social. Se asienta en dos retos: renovar y regenerar. Está pensada para recuperar y mejorar el capital natural y reducir el grave riesgo de sobreexplotación de recursos limitados.

Se pueden concentrar las características principales de la economía circular en tres valores:

Uso de energías renovables

Las empresas deberían abastecerse con la mayor proporción posible de energías renovables. Es una opción viable partiendo de la cualidad regeneradora de la economía circular y de la reducción de necesidades energéticas y de componentes que esto supone.

Nuevo concepto de producción: resistencia y diversidad

Desarrollo de productos más resistentes y versátiles -con mayor capacidad para ser ampliados, reacondicionados y recuperables-, en contraposición a los fabricados con un ciclo de vida más corto y con mayor fragilidad u obsolescencia.

A su vez, los procesos de producción deben apostar por la diversidad de los materiales naturales, generar menos desechos y aprovecharlos. Los residuos deben ser plenamente adaptables para tener una nueva vida. Los materiales biológicos y algunas aleaciones se pueden recuperar con poco coste y sin perder calidad.

Visión global

Adoptar un pensamiento sistémico y colaborativo es primordial para que el modelo funcione. Pensar en conjunto y mejorar la colaboración entre empresas es clave para explotar de forma sostenible los recursos y optimizar los gastos: por ejemplo, los residuos de una podrían ser los recursos de otra. Hay que reducir las prácticas negativas y fortalecer los mecanismos de retroalimentación.

Beneficios para las empresas

La economía circular es un modelo viable y con grandes perspectivas de futuro. Los negocios que se adhieran a esta filosofía tendrán nuevas fortalezas y no se quedarán atrás en un escenario indispensable.

Se beneficiarán de:

  1. El acceso a nuevos mercados y oportunidades de negocio. Las nuevas generaciones están más implicadas en el consumo responsable y valoran el compromiso de las empresas en ese sentido.
  2. Una mayor colaboración empresarial. Lo que permite optimizar más los recursos y materiales generando menores costes de producción.
  3. La búsqueda de soluciones conjuntas a problemas comunes, lo que favorece la innovación en tecnologías y procesos, reduciendo los impactos negativos individuales.

La financiación colectiva dentro de la economía circular

Cualquier cambio de modelo ofrece resistencias, aunque sea imprescindible y genere claras ventajas globales. El entorno financiero tradicional suele ser menos receptivo a la innovación disruptiva y por eso las empresas necesitan contar con medios de financiación alternativos, ágiles y menos excluyentes para poder aprovechar el potencial y beneficios de este nuevo modo de entender la economía.

El crowdlending tiene mucho que aportar en este terreno. Su esquema de finanzas participativas permite poner en contacto a los ahorradores particulares e institucionales con los autónomos y pymes que necesitan dinero o el anticipo de sus facturas para relanzar sus proyectos. Unos proyectos que aportarán, a su vez, productos más sostenibles, renovables y limpios para la comunidad.

Democratizar las finanzas y alinearlas a estas necesidades  es fundamental para que las empresas e inversores tengan alternativas que contribuyan a cerrar y renovar bucles de liquidez que retroalimenten la economía productiva, porque el crecimiento sostenible de las pequeñas empresas es una garantía para un progreso general más justo y equilibrado.

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